Aquel a quien Jesús quería tanto
está escuchando amor y amor brindando;
junto al Verbo la frente ha reclinado,
y el corazón les corre al mismo paso.
Está junto a la fuente de agua viva,
allí donde la luz al mundo brilla;
está en el templo donde Dios convida,
en la morada santa de la cita.
No tema la traición la Madre Iglesia
si a Jesús Pedro y Juan juntos se llegan;
que el pastor al amigo le hace seña,
y al amigo el secreto se revela.
Juan vio su gloria, vio el costado herido
y al alba los lienzos desprendidos;
lo vio junto a la orilla aparecido,
y en un libro nos dio su regocijo.
Alabe a su Señor la santa Esposa,
que ha visto como Juan la inmensa gloria;
todo fue consumado aquella hora
y en el gozo del Padre Cristo mora. Amén.
Fray Rufino María Grández, "Himnario de Adviento y Navidad".
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