Alma mía, comienza a decir
un cantar mejor que sueles,
y no es mucho que te desveles
pues tu Dios quiere dormir.
Dirásle un cantar muy nuevo
lleno de amor abrasado
para que se duerma luego
en oyéndote tu Amado;
no tardes en le decir
muy mejor de lo que sueles,
que no es mucho que te desveles
pues tu Dios quiere dormir.
Dile, por que se adormezca
aqueste Cordero manso,
y a ti misma te enriquezca
recibiendo en tu descanso;
pues que quiso a Sí te unir
por que le ames más que sueles,
que no es mucho que te desveles
pues tu Dios quiere dormir.
Ya le tienes reclinado
en el suelo y sin abrigo,
siendo Dios, necesitado,
porque quiere ser tu amigo.
Pues le ves tanto sufrir,
¿di, por qué dél no te dueles?,
que no es mucho que te desveles
pues tu Dios quiere dormir.
Cecilia del Nacimiento
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