#PoesíaEnNavidad Al lado de la cuna hay un testigo

Al lado de la cuna hay un testigo,
un siervo de Jesús, de nombre Esteban;
su muerte es una copia de discípulo,
que quiere parecerse a la primera.

Esteban es amor y diaconía
y lleno del Espíritu es profeta;
¿quién puede resistir al Dios anuncio,
al ímpetu divino de la Iglesia?

Esteban contemplaba iluminado
la gloria del Dios vivo hecha presencia,
y a Cristo, Hijo del hombre, junto al Padre,
que estaba en pie, dispuesto a la defensa.

Quien no cayó vencido en limpio juicio
cayó a pedradas fuera de la puerta;
lo último que dijo fue perdón:
Acógeles, Mesías de Promesas.

La sangre así vertida florecía,
que Saulo, sin saberlo, estaba cerca;
Jesús en cruz, amor que siempre mana,
callando preparaba su cosecha.

Esteban, coronado tú el primero,
vestido de su gracia y de sus fuerza;
contigo le cantamos en un coro:
¡Por ti, Jesús invicto, sea fiesta! Amén.

Fray Rufino María Grández, "Himnario de Adviento y Navidad".




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