Aquello que ojo no vio,
ni oídos nunca escucharon,
ha aparecido en la tierra;:
Jesús, el Dios humanado.
Muy grandes las esperanzas,
más grande ha sido el regalo;
es gracia, tan sólo gracia,
Dios con nosotros humano.
¡Oh Cristo merecimiento,
perdón de nuestros pecados,
contigo se abre la ruta
y el hombre queda salvado.
La Gloria habite en la Iglesia
y el gozo llene los cantos;
¡oh Verbo de Dios Altísimo,
tu santo cuerpo besamos! Amén.
Fray Rufino María Grández, "Himnario de Adviento y Navidad".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario