Una ramita de olivo
el ave trajo a Noé,
y el Ángel trajo el saludo
a María en Nazaret;
nace Jesús, ya lo saben
los olivos de Belén:
¡Paz y Bien!
Le dan su cálido aliento
la humilde mula y el buey;
la Madre le da sus ojos,
lo besa con pura fe,
y el Niño pobre recibe
la paz que él viene a traer:
¡Paz y Bien!
Olivos de la agonía
cerca de Jerusalén,
dadle el aceite sagrado
sobre su frente de Rey,
decidle que las espinas
serán victoria y laurel:
¡Paz y Bien!
Fray Rufino María Grández, "Himnario de Adviento y Navidad".
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