Palabra divina,
concreta en un Hijo
nacido de Virgen;
tu nombre: Jesús.
Tu nombre es de carne
-historia preciosa-,
oh dulce palabra,
tu nombre: Jesús.
El Dios infinito
se llama en la tierra
como un compañero,
tu nombre: Jesús.
Igual que la cruz
besamos tu nombre
por ser cuerpo tuyo,
tu nombre: Jesús.
Jesús, sacramento,
vigor y dulzura,
unción y festín,
tu nombre: Jesús.
Qué gozo sencillo
poder pronunciarte
como una caricia,
tu nombre: Jesús.
Y entrar en ti mismo,
llamarte, escucharte,
sentir que eres nuestro,
tu nombre: Jesús.
Recibe tu nombre
cual bello homenaje;
la Iglesia te aclama:
¡Dios nuestro Jesús! Amén
Fray Rufino María Grández, "Himnario de Adviento y Navidad".
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